Historia del Taj Mahal

Resumen de la historia del Taj Mahal

Ni la mejor oda del romanticismo literario podrá acercarse jamás a expresar en palabras, el poema de amor que está escrito en cada centímetro del Taj Mahal.

La historia de amor que vivió en los corazones del emperador Shah Jahan y Mumtaz Mahal mientras vivieron, se convirtió en inmortal a la muerte de ambos.

Si bien se conocieron muy jóvenes y se comprometieron enseguida, el joven emperador tuvo que esperar varios años para casarse con esta hija de un noble aristócrata que había prendado su corazón.

De la naturaleza romántica, apasionada y casi simbiótica de su relación hablan los cronistas de la época. Su relación traspasaba los límites del romanticismo y se compenetraban perfectamente como compañeros que gobernaban juntos un Imperio. Mumtaz Mahal llegó a ser la portadora del sello imperial, en una muestra de la absoluta confianza de su esposo. Además, según recogieron las crónicas, desde el momento de su boda con Mumtaz Mahal, el Emperador perdió todo interés en sus derechos de poligamia con sus anteriores esposas o cualquier otra mujer.

Mumtaz Mahal acompañaba a su esposo a todas las obligaciones que contraía como emperador, incluso las campañas de guerra. No importaba que estuviera en estado. Cosa que era bastante común, ya que llegó a tener 13 hijos. Fue precisamente en el parto de su décimo tercera hija, cuando la Emperatriz fallece. Antes de morir, le pidió a su esposo que hiciera algo para que el mundo pudiera recordar el amor que compartieron… mármol blanco, piedras preciosas, simetría perfecta, los mejores arquitectos y artistas especializados del imperio, 20.000 trabajadores, 1.000 elefantes, 22 años de construcción día y noche. El resto es historia…

Una historia que posee el más sublime de los dones: lograr que el amor de Shah Jahan y Mumtaz Mahal haya trascendido su propia desaparición. El Taj Mahal eleva así el amor entre dos personas a los altares de la inmortalidad, superando a  la misma muerte.

Historia de amor

Mumtaz Mahal. La musa.

La musa del Taj Majal

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Shah Jahan. El enamorado.

El emperador Shah Jahan

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En toda la historia de la humanidad, nadie ha podido expresar la eternidad del amor verdadero mejor que Shah Jahan con la construcción del Taj Mahal.

Taj Mahal historia de amor de Shah Jahan y Mumtaz Mahal que sigue viva. Puedes sentirla cuando visitas el Taj Mahal. En los jardines perfectamente simétricos, en la quietud de la mezquita, en el mármol blanco que refleja los colores de la luz como si fueran estados de ánimo, en los detalles del mausoleo tallados en piedras preciosas…Todo rebosa un estado exaltado del amor, que se siente. El amor eterno ha triunfado, trascendiendo a la muerte…

El primer encuentro

La más bella historia de amor jamás contada, comienza en 1607. Los protagonistas de la historia eran en aquel momento el joven príncipe Imperial Yurram, conocido en su etapa de emperador como Shah Jahan y Arjumand Banu Begum hija de un noble persa. El joven paseaba con su séquito por un bazar de Agra, cuando vio a Arjumand Banu Begum (Mumtaz Mahal). La joven que tenía entonces 15 años se encontraba probándose un carísimo collar de diamantes. El príncipe cayó prendado inmediatamente y sin dudarlo un momento pago el collar de la que se convertiría en el amor de su vida.  

Ni siquiera el hecho de ser el príncipe heredero de uno de los imperios más poderosos del planeta, el mongol, le permitía poder complacer todos sus deseos. Por este motivo, el joven tuvo que casarse con una princesa, hija del Rey de Persia. Aún así, puesto que el islam permite a los hombres tener varias esposas, el príncipe pudo cumplir, cinco años más tarde, el sueño de casarse con la mujer que no podía olvidar.

A pesar de su condición de príncipe, no todos sus deseos eran tan sencillos de cumplir y las razones de estado le obligaron a olvidarse de Arjumand y tomar por esposa a alguien de su mismo rango, una princesa hija del rey de Persia. Pero el príncipe nunca pudo olvidarse de aquella joven que había conquistado su corazón y, dado que la ley musulmana le permitía tener varias esposas, cinco años después de ese primer encuentro y sin haberse visto ni una sola vez más, el príncipe pudo cumplir con su sueño y casarse con su amada.

La boda

20 de mayo de 1612, esa fue la fecha que los astrólogos decidieron que debía celebrarse la boda. Los jóvenes, ni siquiera se habían vuelto a ver desde aquel encuentro en el bazar, pero exultaban felicidad. Durante la ceremonia de matrimonio, en Agra, el príncipe apodó cariñosamente a su amada como Mumtaz Mahal (joya de palacio). Ella era mucho más valiosa que aquel collar de diamantes del bazar. A partir de aquel momento, siempre se la conoció como Mumtaz Mahal.

Aunque Mumtaz Mahal no era la única esposa, era sin duda la favorita y la que el príncipe había tomado por amor y no por obligaciones de estado. Los cronistas de le época cuentan, que una vez el príncipe se había casado con Mumtaz Mahal había dejado de mostrar interés en sus derechos conyugales con las otras esposas o cualquier otra mujer que no fuera Mumtaz Mahal.

En febrero de 1628 el príncipe fue coronado como emperador, con el nombre de Shah Janan (Rey del mundo).  Su esposa Mumtaz Mahal le acompañaba en los viajes alrededor del imperio, tanto si estos eran por motivos diplomáticos, como si eran campañas de guerra. El hecho de encontrarse en estado no refrenaba los deseos de ambos de estar juntos en todo momento y así permaneció durante los 13 embarazos que tuvo viajando al lado de su esposo.

La relación entre el Emperador y la Emperatriz era casi simbiótica. Sus corazones encajaban perfectamente en el amor, mientras que sus mentes también experimentaban una unión, que permitió que a Mumtaz Mahal le fuera cedido el sello imperial, en muestra de la máxima confianza del Emperador.

Llevaban 19 años de feliz matrimonio, cuando en 1631, en una campaña en Burhanpur, la Emperatriz se puso de parto de la décimo tercera hija de la pareja. El cuerpo de Mumtaz Mahal no pudo resistirlo, antes de morir le pidió a su esposo que construyera una tumba que rememorara el amor que sintieron, que la visitara cada año en el aniversario de su muerte.

El dolor de Shah Jahan y su promesa

El dolor de Shah Janan fue tan desgarrador, que en la corte temieron por su vida. Durante 8 días no salió de su estancia y se negó a comer o beber.

Cuando por fin volvió a salir, decretó un estricto luto en el imperio: quedaba prohibido vestirse de colores, la música, usar perfumes y joyas e incluso reírse en Palacio. Aunque salía de su estancia, no fue hasta un año después que volvió a aparecer públicamente, cuando lo hizo sus súbditos quedaron atónitos al ver al Emperador completamente envejecido de forma prematura. En unos meses sus cabellos y su barba se habían vuelto blancas y ofrecía un aspecto demacrado.

Sólo los cuidados y la paciencia de su hija Jahanara Begum fueron devolviendo en algo a la vida a Shah Jahan. La idea de construir, como le había prometido a su amada, el mausoleo que simbolizara el amor vivido, también le obligaron a buscar fuerzas, donde no las encontraba.

Tras 22 años de trabajos, día y noche, Shah Mahal cumplió la promesa a su esposa. El Taj Mahal (joya de Palacio), el mayor exponente de arte indoislámico, el monumento más representativo de la India, la máxima expresión artística jamás realizada sobre el amor eterno.

Shah Jahan vivió los últimos años de su vida bajo arresto domiciliario en el fuerte de Agra. Las crónicas de la época que desde una de las ventanas contemplaba el Taj Mahal, lugar donde descansaba su amada. Antes de morir pidió un espejo, al no poder incorporarse, para poder ver reflejado en él al Taj Mahal y así morir con la visión en sus ojos del lugar donde se encontraba su amada esposa. Hay leyendas que dicen, que en lugar de un espejo, se trataba de un diamante estratégicamente colocado en su estancia, desde el que observaba cada día el Taj Mahal. Como un anhelo de volver con su amada.

Historia de la construcción del Taj Mahal

Aunque la intención del Emperador siempre fue llevarse el cuerpo de su amada a Agra, capital del Imperio desde 1556 hasta 1658, en principio Mumtaz Mahal fue sepultada de forma temporal en Burhanpur. El lugar elegido fue un jardín amurallado construido por un tío de Shah Jahan. El lugar, conocido como Zainabad, se encuentra a orillas del río Tapti. Allí todavía, a día de hoy, se puede visitar la tumba original de la Emperatriz.

En cuanto tuvo oportunidad, Shah Jahan ordenó la exhumación del cuerpo de su esposa, que fue trasladado en un ataud de oro bajo la escolta de su hijo Shah Shuja y la Princesa Jahanara Begum. El destino era Agra, lugar donde se encontraba el Palacio Imperial.

Un pequeño sepulcro a orillas del río Yamuna, fue el lugar escogido por su esposo para ser enterrada, mientras esperaba su lugar de descanso definitivo: el Taj Mahal.

Comenzó así la planificación de Shah Jahan del tributo artístico más hermoso jamás ofrendado al amor.  El Emperador quiso rendir tributo a la ardiente pasión que sentía por su esposa, construyendo el mausoleo más hermoso que hubiera existido nunca. Un monumento que inmortalizara el amor y derrotara a la misma muerte.

Así nace la idea conceptual del Taj Mahal , traducido como “Corona del Palacio”, aunque también se ha especulado que, en realidad, no sería más que una abreviatura del nombre de la Emperatriz Mumtaz Mahal “Joya del Palacio”.

El lugar elegido fue las orillas del río Yamuna. Para la construcción del que sería el lugar eterno de descanso de su amada, el Emperador no escatimó en recursos. Centenares de elefantes trasladaban el mármol blanco de las canteras de Rajastán a Agra y así mismo sucedió con las piedras preciosas que cubren la estancia del Mausoleo o las pareces en formas de detalles florales.  Jade de China, turquesas del Tíbet, crisolita de Egipto, ágatas del Yemen,  zafiros de Ceylán, amatistas de Persia, coral de Arabia, malaquita de Rusia,  cuarzo del Himalaya, el  famoso lapislázuli de Afganistán,  diamantes de Golconda y ámbar del océano Indico y así , están documentadas hasta 28 piedras preciosas y semipreciosas

¿Quién construyó el Taj Mahal?

En la época y el contexto cultural del imperio mongol, no era tan importante el arquitecto o artista que lo diseñaba, sino el patrocinador de la obra.

Hay muchas leyendas en las que incluso se llegó a decir, que se le cortaron las manos al arquitecto, para que no pudiera hacer otra obra igual. O incluso que el Emperador ordenó matar a la esposa de éste, para que supiera cual era el sufrimiento que él sentía y lo reflejara en la obra. Lo cierto es que el Taj Mahal fue realizada por un equipo de artistas.

Desde el punto de vista actual nos parece mucho más fascinante atribuirle la obra a una sola persona. Sin embargo, la historia del Taj Mahal y las evidencias históricas apuntan a que más bien fue realizado por un equipo de arquitectos entre los que se destacaron Ismail Afandi (conocido como Ismail Khan) del Imperio Otomano Diseñador de la cúpula principal.– Ustad Isa e Isa Muhammad Effendi de Persia Acreditado con un papel clave en el diseño arquitectónico.– ‘Puru’ de Benarus, persa mencionado como arquitecto supervisor.

El hecho de que Ismail Afandi (Ismail Khan) diseñara la cúpula tan característica, le ha convertido en el más famoso de todos ellos.

En el equipo contaban también con:

– Qazim Khan, nativo de Lahore Fundir el remate de oro macizo.
– Chiranjilal, un lapidario de Delhi, escultor jefe y mosaico.
– Amanat Khan de Shiraz,  de Irán, calígrafo jefe
– Escultores de Bujara
– Calígrafos de Siria y Persia
– Incrustadores del sur de la India.
– Picapedreros de Baluchistán.
– Un especialista en la construcción de torretas.
– Un especialista escultor de flores de mármol.

Destacaron también en el apoyo logístico Muhammad Hanif, supervisor de albañiles y Mir Abdul Karim con Mukkarimat Khan de Shiraz encargándose de las finanzas y la gestión de la producción diaria.

Pero, además, para que el Taj Mahal fuera tal como lo conocemos hoy (Mausoleo, Mezquita, pabellón de huéspedes, jardines, muralla, puertaa de acceso), fue necesaria la fuerza de 20.000 obreros y 1.000 elefantes trabajando día y noche durante 22 años. Sus obras terminaron en el año 1653. Cumplía así Shah Jahan la promesa a su querida esposa y honraba la memoria del amor más grande que nunca conoció. 

Historia del Taj Mahal negro

De todas las leyendas e historias paralelas a la construcción del Taj Mahal, sin duda, la más fascinante es la del Taj Mahal negro.

Si bien con la consecución del Taj Mahal, Shah Jahan cumplía con el deseo de su esposa de inmortalizar la irrepetible historia de amor que ambos vivieron, el Emperador no pudo lograr el suyo propio. Su aspiración era glorificar eternamente el amor por la emperatriz construyendo un Taj Mahal de color negro, que sería el lecho para su propio Mausoleo y simbolizaría el luto por la irreparable pérdida de su esposa.

El Taj Mahal negro sería una réplica exacta al original, pero realizada en mármol negro.

Se situaría frente al actual Mausoleo, en perfecta simetría, justo al otro lado del río Yamuna y serían unidos a través de un puente de oro.

La guerra con sus hijos por la sucesión al trono, acabó con Shah Jahan bajo arresto domiciliario en el fuerte de Agra. Allí pasó sus últimos años.  

Aurangzeb fue el hijo que finalmente se erigió como nuevo emperador por la fuerza y se opuso a la construcción del Taj Mahal negro.

Las crónicas de la época hablan de que, a diferencia del traslado de la emperatriz Mumtaz Mahaj en un ataúd de oro al Mausoleo, el antiguo emperador fue trasladado de forma modesta a su lecho de descanso. Sólo dos hombres en un bote, a través del río acompañaron al féretro.

Quizás porque reservaba aún algo de amor o compasión por su padre todavía, su hijo Aurangzeb, mandó que fuera enterrado al lado de su amada esposa. Aunque dijeran las malas lenguas, que enterrándolo junto a su amor, la tumba de éste rompía toda la perfecta simetría del complejo y que esa la forma de vengarse de su padre y de los celos que despertaba su historia de amor.

Aunque las opiniones están dividas y hay quienes lo tildan de leyenda, esta historia trató de documentarla por primera vez el aventurero y pionero del comercio en la India, Jean-Baptiste Tavernier en 1665, que habló de los restos de lo que parecía el inicio de la obra al otro lado del río.

Historia del Taj Mahal para niños

La historia de amor que envuelve el Taj Mahal, destella un halo tan profundo y  mágico que realmente parece más un cuento de hadas que una historia real.

Por eso, no ha sido muy difícil que una historia tan fascinante llena de amor,  ternura, perseverancia y humanidad, pueda traspasar al formato de cuento y se transforme en un relato idílico que invitar a soñar a los niños y por qué no, a los mayores…

Disfruta de esta adaptación para niños con tu hijo.

Libros sobre la historia de Mumtaz Mahal y Shah Jahan

Novelas de ficción que, basándose en la historia y los hechos reales documentados, narran  la dulce historia de amor entre Mumtaz Mahal y Shah Jahan.

Si quieres ser parte de una de las historias de amor más bellas del mundo, no dudes en leer las siguientes novelas, te verás inmerso en alianzas secretas, luchas de poderes, engaños y sobre todo amor. Pincha la imagen. Te lo advertimos, no podrás dejar de leer.

El desenlace final…la construcción de una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.